Ningún sueño es demasiado grande, no rendirse es el principio de un emprendimiento

Una de las cosas que más me preguntan por mis redes sociales es cómo y cuando comencé a emprender. Todo tiene un principio y no siempre es el mejor, a veces, es muy duro y con bastantes errores de principiante.

La pregunta más frecuente en mi pequeña comunidad de Instagram es... Quiero emprender ¿cómo lo hago? Mi respuesta siempre es: encuentra tu pasión y partir de ahí, EMPRENDE; es por eso que decido crear este espacio en donde no nos limitamos con los posts de Instagram, sino que también puedo contarles más de mí. Y qué mejor manera de hacerlo que diciéndoles cómo comenzó todo.

Érase una vez... No, ya va esto no empieza como un cuento de hadas. La cosa empieza realmente así. Hace un tiempo atrás, tenía 20 años, estaba recién graduada como Licenciada en Contaría Pública y, además, desempleada. Mientras estudiaba inglés conocí a una mujer que me habló de L.A y todo lo que la ciudad de los sueños ofrecía. Me fui un tiempo a Los Ángeles e hice un diplomado en marketing de moda. Después de esa experiencia regresé a Venezuela con una idea en la cabeza, mi propio proyecto.

Quería traer ropa importada de L.A, así que me arriesgué e invertí todo mi dinero en eso. Abrí mi tienda en Maracaibo, se llamaba “Chloe”, lo llamo mi época dorada, enserio amaba ese espacio y mi trabajo, me hacía feliz atender personalmente a mis clientes.

Pasaron cuatro años y las cosas empezaron a complicarse. El país era una de esas, y mi suegro había fallecido, en ese momento yo estaba en Caracas y mientras estaba en esta complicada y dolorosa situación, en Maracaibo mi tienda estaba siendo saqueada. Todo por una ley llamada “precio justo”. Quedó vacía, perdí todo lo que tenía. Sin embargo, me rehusaba a cerrarla. Tampoco podía importar la ropa porque todo era mucho más costoso. Como no me quedó más opción decidí arriesgarme, nuevamente.

A pesar de que todo estaba mal en mi negocio, me mudé a Caracas, como no podía importar la ropa decidí que era el momento de confeccionar aquí, el tema ahora era que yo no sabía nada al respecto.

Cuando les comento que no tenía ni idea sobre esto es porque, literalmente, ni coser un botón. Hasta ahora solo sabia vestir y asesorar. Pero como el miedo a arriesgarse no está hecho para mi decidí hacer un curso de confección y patronaje, y fue justo ahí que supe que realmente esto era lo que amaba. Tanto fue así que me inscribí en otra carrera, Diseño de Moda, y aunque muchos pensaban que estaba loca porque ya tenía una carrera, que, además, “no tenía nada que ver con moda “como decían todos, pero no me importó. Cuatro años después me convertí en diseñadora de moda profesional.

Confeccionaba en Venezuela, inicié mi marca BYMARYMAKAREN apenas iniciando mis estudios. Llevé a cabo mi primera colección cóctel, así como su producción. Tenía un equipo maravilloso y todo parecía estar bien, pero poco a poco mi equipo de trabajo comenzó a irse, lo que para mí hasta ahora sigue siendo lo más duro de quedarse, despedirme.

Ya no tenía el equipo y además la situación tuvo otro giro inesperado y ya producir en el país era muy costoso, hace un año recuerdo haber compartido esta experiencia por mis redes, decidí irme de shopping aquí en Caracas porque era algo que no hacía muy seguido ya que teniendo una marca y un taller podía hacerme mis propias piezas, y así lo hacía, pero mi familia estaba de visita y no tuve tiempo para hacerme nada así que decidí salir a comprar, y allí lo vi ¡NO HABÍA NADA! y si lo había los precios eran absurdos.

Yo sabía del mercado y sabía lo que eso les costaba y me preguntaba porque lo venden a ese precio, decidí abrir una nueva ruta. Volver a Los Ángeles y traer piezas para una nueva línea, saqué mis cuentas —recuerdan ̈soy contador público— y sí era posible, mucho más teniendo en cuenta la cantidad de personas que estaban haciéndolo, pero con precios exorbitantes.

Para mí era viable abrir una línea nueva con ropa de calidad, a un precio accesible y competitivo en el mercado y además con mi asesoría de estilo. Así nació MMLooks y se fue engranando perfectamente con todo lo demás.

A pesar de todo lo que les he contado el reto más difícil ha sido luchar con el “no puedes hacerlo”. Hacerme entender a mí misma que SÍ soy capaz de hacer todo lo que me propongo y que ningún sueño es demasiado grande, demasiado inalcanzable, demasiado arriesgado. He aprendido a encontrarme conmigo misma y llenarme de determinación para no detenerme, incluso cuando todo parece estar en contra.

Justo ahora me siento preparada para ello. Me he equivocado una y otra vez, me han pasado muchas cosas que me han hecho más fuerte y que me han formado para que no cualquier adversidad pueda tumbarme. No me quiero ir de mi país y por eso decido trabajar y seguir profesionalizándome para tener una marca mucha más consolidada. No rendirse es el principio de un emprendimiento. No importa cuántas veces te equivoques, inténtalo de nuevo, inténtalo tantas veces sea necesario.

Yo soy la dueña de mi destino, yo soy la que lo construye y por eso trabajo incansablemente por mis sueños.

Les cuento todo esto porque muchos creen que es muy fácil desde el primer momento y la verdad es que no lo es. Te van a pasar mil cosas, tendrás infinidad de tropiezos, ensayos y errores, pero tendrás que seguir intentándolo.

Tendrás que educarte más. Tendrás que armarte de valentía y ponerle más amor, más pasión, más constancia y más determinación todas las veces que lo intentes, e incluso si ya lo has conseguido.

Empezaré este espacio con ustedes en donde me permitiré extenderme un poco más sobre lo que hago y todo mi proceso para que crezcamos juntas y se den cuenta de que sí es posible que todas lo logremos y que, aunque no empiece como un cuento de hadas puedes ir modificando el trayecto de tu historia para llegar a donde quieras.


Share this post


Leave a comment